
INTRODUCING: Lab-grown Diamonds
En Eline Rosina, creemos en el poder de la joyería única y artesanal que cuenta una historia. Por eso nos enorgullece incorporar diamantes cultivados en laboratorio a nuestra colección: una alternativa más sostenible y ética a los diamantes naturales, sin comprometer la calidad. Estos hermosos diamantes no solo son impresionantes a la vista, sino que también representan un paso hacia un futuro sostenible y ético en la joyería.
¿QUÉ SON LOS DIAMANTES CULTIVADOS EN LABORATORIO?
Los diamantes cultivados en laboratorio son 100 % auténticos, creados en un entorno controlado que imita las condiciones naturales en las que se forman los diamantes. ¿El resultado? Un diamante hermoso y duradero, idéntico a un diamante natural en todos los aspectos, desde su composición química hasta su brillo. Esta innovadora tecnología permite que el lujo y la ética vayan de la mano.
DIAMANTES CRECIDOS EN LABORATORIO DE SOSTENIBILIDAD
En Eline Rosina, valoramos la sostenibilidad y la responsabilidad ética. Los diamantes cultivados en laboratorio ofrecen una alternativa ecológica a los diamantes tradicionales, evitando los efectos nocivos de la minería. ¿La mejor noticia? Estos diamantes son esencialmente iguales a los diamantes naturales: el mismo resultado radiante, pero con una elección consciente. De esta manera, puedes lucir con orgullo una joya que no solo es hermosa, sino que también contribuye a un mundo mejor.
DIAMANTES CULTIVADOS EN LABORATORIO = MÁS ASEQUIBLES
Una de las principales ventajas de los diamantes cultivados en laboratorio es su precio más asequible que el de sus homólogos naturales. Esto significa que puede disfrutar del lujo y el brillo de un diamante sin gastar una fortuna. Esto le permite elegir la calidad de forma responsable sin sacrificar el estilo ni la ética. Esto convierte a los diamantes cultivados en laboratorio en una auténtica ventaja para quienes desean comprar de forma responsable.
LAS CUATRO C
En Eline Rosina, trabajamos según las 4 C: Quilates, Claridad, Color y Talla. Cada uno de estos elementos contribuye a la apariencia única de su diamante. Así es como garantizamos la máxima calidad de nuestros diamantes cultivados en laboratorio:
Quilate (Karaat)
El quilate indica el peso de un diamante. Un quilate equivale a 0,2 gramos. Con diamantes cultivados en laboratorio, a menudo es posible elegir una piedra ligeramente más grande por un precio similar sin comprometer la calidad de sus demás características. ¿Más brillo por el mismo precio? ¡Sí, por favor!
Claridad (pureza)
La claridad de un diamante se determina por la presencia de características internas (inclusiones) y externas (imperfecciones). Nuestros diamantes cultivados en laboratorio tienen una claridad SI1 (Ligeramente Incluidas 1), lo que significa que las inclusiones son prácticamente invisibles a simple vista. Esto le permite disfrutar de un brillo cristalino.
Color
El color de un diamante se clasifica en una escala de D (incoloro) a Z (ligeramente teñido). Nuestros diamantes cultivados en laboratorio pertenecen a la categoría G, lo que significa que son casi incoloros y ofrecen una apariencia lujosa sin el precio de un diamante de color D.
Corte (Afilado)
La calidad del corte determina el brillo de un diamante. Cuanto mejor sea el corte, más luz refleja y más brilla el diamante.